El aeropuerto de El Calafate quedó chico y el gobierno provincial abrió ya los sobres de la licitación para su ampliación de 3.000 a 9.000 metros cuadrados. Las obras prevén la construcción de los laterales de la aeroestación, donde se dispondrán nuevos sectores de arribos y salidas, además de nuevos equipos para recupero de equipajes, y sectores que albergarán a la Policía de Seguridad Aeroportuaria y el personal de rescate y extinción de incendios.
El presupuesto oficial es de $60.263.075,79 y las propuestas de tres constructoras interesadas superaron hasta en un 25% ese monto. Se trata de Petersen, Thiele y Cruz SA (que ofertó $72.282.874,20), Austral Construcciones SA ($74.947.400,68) y Rodalsa SA ($76.842.762). Petersen, del grupo Eskenazi, es un viejo ganador de las licitaciones para aeropuertos en la Patagonia, y suele tercerizar las obras obtenidas a otras empresas reservándose el financiamiento, el diseño y gestión de obra.
AEROPUERTO CON HISTORIA. Con la irrupción del fenómeno turístico mundial, se decidió entonces incorporar uno de los mayores recursos naturales al circuito y proyectó un aeropuerto en El Calafate.El proyecto contó con aportes del gobierno nacional, con una inversión de 5 millones de dólares. Pero las dimensiones de aquella pista de aterrizaje no soportaron el movimiento de aviones de gran porte, por lo que rápidamente fue declarada inútil y reconvertida en una anchísima avenida de ingreso a la ciudad para el goce de los visitantes. Las instalaciones del fallido aeropuerto son hoy oficinas públicas del área cultural municipal. En 1996, para no volver a equivocarse, el gobierno de Santa Cruz contrató a la consultora Julio Aurelio y Asociados para el Plan de marketing y estudio del mercado turístico de El Calafate, que aconsejó la estratégica concreción de un aeropuerto internacional.
La mencionada obra fue incluída en el presupuesto 97 con un monto de US$14.692.100, pero en las pistas, calles de rodaje, plataforma y accesos se terminó gastando 25 millones de pesos convertibles. A finales de 1998 inició el proceso de concesión del edificio terminal, torre de control, edificios operativos de seguridad y equipamiento. London Supply SA, del Grupo Taratutti, se hizo cargo y los 5 millones de costo fueron conformados por 3 millones de la empresa y 2 millones que aportó la provincia bajo la modalidad “construcción de obra por recupero de canon”. En el año 2000, los pasajeros fueron 2350. Dos años más tarde en el 2002, los aviones se poblaron con 43.251 turistas y viajeros ocasionales. Esta es una muestra más que cabal de la importancia que tiene una aeroestación operable para el desarrollo de una región.
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