miércoles, 26 de diciembre de 2012

La disociación política

Resulta de una difícil lectura para la sociedad en gral. Muchas decisiones se toman con un aparente objetivo cuando en la mayoría de las veces están encubriendo alguna jugada maestra para perjudicar algún adversario o beneficiar algún aliado o socio. Estas circunstancias, que en la política de cabotaje son leídas como de gran capacidad de liderazgo y/o de cintura política para el dirigente involucrado en realidad esconde una terrible denostación y debilitamiento de las instituciones republicanas. 
Dichas maniobras o decisiones no son privativas de un color político u otro, por el contrario, a modo de corte transversal abarca a todos los partidos, al menos los que han tenido posibilidad de gobernar.
Para profundizar más en el tema se puede mencionar como práctica común el mover los resortes de los distintos organismos al alcance del gobernante e incluso que involucran a los distintos poderes que componen el estado, se ha escuchado decir por ahí que el poder legislativo se convierte en algunas circunstancias en la escribanía que legitima los caprichos del poder, distando y mucho del rol que, en realidad, debe desempeñar el Congreso.
Por caso también se han denunciado actos en los cuales pareciera que el Poder Judicial dictamina en función del poder de turno, sin importar cual fuera este, configurando una grave intromisión de un poder sobre otro, restándole seriedad jurídica al país y lo que es más importante un marco jurídico que no propicia la inversión exógena, tan necesaria para las naciones en vías de desarrollo.
Sabemos que desenmarañar estos análisis no es simple para el ciudadano de a pie que, se encuentra más preocupado por su realidad socio-familiar y de supervivencia que por el desempeño de los dirigentes políticos, sumado a una débil formación cívica genera un coctail cómplice de la realidad que nos ocupa desde hace muchas décadas en nuestro país.
Debe procurar el ciudadano el interés por el manejo de la cosa pública, sin requerir con ello la participación activa dentro de partidos políticos pero si una consustanciación con el devenir cotidiano que le permita recabar la mayor cantidad de elementos que le ayuden a tomar la mejor decisión a la hora de votar.
Por ello considero que existe disociación política dado que, sin distinción de ciudadanos con formación académica o no, se percibe una ingenuidad manifiesta en el análisis de las maniobras que caracterizan al poder político y sus tentáculos en los diferentes estamentos de la sociedad. Parte de la evolución social que necesita nuestro país pasa por desenmascarar estas maniobras perversas propias de los consejos de Maquiavelo, cuando estos ocurra asistiremos a ese cambio tan mentado que no permitirá jamás esas estrategias mendaces que tanto mal hicieron a nuestra historia.

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