martes, 15 de noviembre de 2011

LA SOCIEDAD DECIDE

Es cotidiano observar y escuchar las quejas hacia el sistema, hacia el modelo y por qué no? hacia el gobierno. Pero ocurre que ante cada acto eleccionario la ciudadanía decide invariablemente hacia quien ostenta el poder. Será sabiduría popular? Será para garantizar la gobernabilidad? O somos una sociedad plenamente conservadora que prefiere acurrucarse al calor del poder antes que arriesgarse al cambio?

Numerosos interrogantes surcan este análisis y no permiten ver con claridad cuál de ellos será el acertado, dado que también está la necesidad de preguntarnos si el electorado cuenta con alternativas válidas a la hora de optar por un cambio, que no es un dato menor ya que la ciudadanía ha comprendido la importancia de elegir a conciencia a sus representantes por las consecuencias nefastas que ha provocado en el país si la dirigencia no está a la altura de las circunstancias. Y cuando se hecha un vistazo rápido de la oposición vemos que se encuentra atomizada, sin un liderazgo claro y con una falta de rumbo preocupante, por momentos gira a la derecha, por momentos a la izquierda y deja perplejos a aquellos ciudadanos ávidos de contar con un abanico de dirigentes que enriquezca el espectro político argentino.

De esta manera hasta nos permitimos inferir que como dice el conocido pensamiento "los pueblos no se equivocan" está más vigente que nunca. Los sucesivos procesos electorales y el devenir de la democracia parece comprobar esta posición, donde las mayorías sociales imponen la conducción que más claramente transmite sensación de solidez, gobernabilidad, confianza y trabajo de equipo lo cual no significa que en realidad lo sean. El llamado arco opositor podrá ser acreedor de mayores virtudes pero sino sabe llegar con ese mensaje a las masas electorales no podrá alcanzar el gobierno que se propone, vale decir es un conjunción de ser y parecer o bien carecer como hasta el día de hoy parece.