Como si no tuviera suficiente incertidumbre el país, le suma un nuevo condimento como es la indefinición sobre quien resolverá lso destinos de la República a partir del próximo 10 de diciembre, debido a que la elección presidencial se resolverá en la segunda vuelta (ballotage) el próximo 19 de noviembre.
En este contexto se observa una ciudadanía que se encuentra desorientada, ansiosa, y como para variar decidida a no asumir su compromiso cívico definiendo su voto con resposabilidad. Por el contrario, y al igual que en otras oportunidades se puede apreciar un argentino promedio que hace gala de su "no pertenencia" al mundo de la política, contribuyendo de esa manera a la permanencia de la misma dirigencia de hace más de 50 años, que se disimula a través de nombres nuevos pero con los mismos padrinos.