jueves, 2 de noviembre de 2023

Argentina en la recta final hacia un nuevo ballotage.

 


Como si no tuviera suficiente incertidumbre el país, le suma un nuevo condimento como es la indefinición sobre quien resolverá lso destinos de la República a partir del próximo 10 de diciembre, debido a que la elección presidencial se resolverá en la segunda vuelta (ballotage) el próximo 19 de noviembre.

En este contexto se observa una ciudadanía que se encuentra desorientada, ansiosa, y como para variar decidida a no asumir su compromiso cívico definiendo su voto con resposabilidad. Por el contrario, y al igual que en otras oportunidades se puede apreciar un argentino promedio que hace gala de su "no pertenencia" al mundo de la política, contribuyendo de esa manera a la permanencia de la misma dirigencia de hace más de 50 años, que se disimula a través de nombres nuevos pero con los mismos padrinos. Mientras tanto el ciudadano promedio hace gala de su posición "apolítica" que tantas desgracias ha traído a la Argentina. Se colocan en un supuesto pedestal moral desde el que pontifican y/o condenan a quienes de alguna manera u otra han tratado de acercar su compromiso a la comunidad, con aciertos o errores, pero se han definido siempre por la participación.

Tal vez nos falten muchos errores más de la dirigencia tradicional para que la sociedad evolucione hacia un mayor compromiso y participación que hasta ahora es practicamente escaso o nulo. Lo lamentable de estas posturas es que le cuestan al país muchos jóvenes errantes y sin rumbo que no encuentran su lugar de realización, ni tampoco modelos o ejemplos en los cuales reflejarse.

Conservamos la esperanza de en algún momento se produzca la evolución y llegue el cambio tan necesario, mientras tanto se deberá continuar construyendo con quienes si se animan a poner cuerpo y alma a la causa y avanzar como se les permita en sus esfuerzos individuales en aportar su granito de arena, exponiendo sus nombres a los "jueces" que sentados en sus cómodos sillones domiciliarios hacen gala de su mediocridad cívica.





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