El año 2009 se perfila como un año cargado de vaivenes y acuerdos en virtud del proceso eleccionario que se vivirá allá por el mes de Octubre. A consecuencia de ello ya ha comenzado el cruce de acusaciones y análisis de gestión por parte de la oposición y el oficialismo. Han resurgido dirigentes que ya se creían arrumbados en un placard, otros siguen dando batalla incansablemente tratando de ocupar un lugar preponderante en las próximas votaciones y demostrar su mentado potencial de gestión y administración. También será un desafío para el gobierno quien deberá poner a prueba y exhibir que aún conserva su poder de convocatoria intacto y no hay resquebrajamientos internos tal como hacen suponer determinados alejamientos y declaraciones apocalípticas de distintos referentes de peso a nivel nacional.
En conclusión nadie quiere alejarse de la capital federal, como centro de operaciones, para el año que se inicia y a juzgar por la virulencia de algunos este será un año agitado por lo menos.
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